Si hubiera un registro mundial con las frases más falsas de la historia, esa entraría en el TOP 5 con total seguridad. Por supuesto que no hay tiempo para todo. De hecho, no hay tiempo para hacer una puta mierda, y a continuación les voy a demostrar por qué mediante una serie de sencillos cálculos aritméticos.
Veamos, según enunció un carpintero neozelandés allá por el siglo XIX, el hombre tiene “ocho horas para dormir, ocho horas para trabajar y ocho horas para hacer lo que le salga de la huevada”. En total, suman las veinticuatro horas que tiene el día, (ya saben, cosas de astrónomos) pero luego pretenden que hagamos una serie de pequeñas cosas, que si las juntamos todas nos quitarían una barbaridad de tiempo increíble, y finalmente comprobamos que esa frase de que “hay tiempo para todo” es una puta mierda falsa que no se la cree ni Sergio Ramos.
Calculadora en mano, he hecho un recuento de las cosas que se supone que tiene que hacer una persona en un mismo día con el fin de llevar una vida plena y saludable, y que no están recogidas en ninguna de las tres categorías que mencionó el jodido carpintero neozelandés.
- Lavarse los dientes 3 veces al día como mínimo: pongamos que cada cepillado exige unos 3 minutos para limpiarlos bien, unido a que según los odontólogos hay que usar hilo dental y enjuagues de vez en cuando para mantener la higiene bucal y que en el futuro no tengamos la dentadura de una rata almizclera. Pongamos entonces que esta operación se queda en unos 4 minutos, multiplicada por las tres veces diarias, en total podemos gastar cerca de un cuarto de hora al día en lavarnos los dientes correctamente.
- Comer 5 raciones de fruta al día: Los nutricionistas recomiendan eso para que en el futuro no desarrollemos un cáncer del tamaño de un albaricoque. Aparte de que me gustaría saber quién coño compra esa cantidad de fruta para una casa particular, yo no sé ustedes, pero yo no tengo tiempo para estar pelando 8 kilos de kiwis como si fuese un puñetero macaco. Así que pongamos que tardas otro cuarto de hora en pelar toda esa fruta y comértela.
- Alimentación depurativa diaria: según los expertos, una de las claves para tener una vida longeva es levantarse por la mañana y consumir tres dientes de ajo con un vaso de agua. Aquí no es que me cueste tiempo pelar un diente de ajo, es que simplemente me pregunto a quién cojones le apetece desayunar esa pedazo de mierda.
- Dedicar entre 40 y 50 minutos al día para hacer alguna actividad física: todo esto en aras de mejorar nuestra musculación y nuestro sistema cardio-respiratorio, porque se supone que si no realizamos ningún ejercicio físico, nuestro organismo se resiente y nos obsequia, por ejemplo, con una artritis reumatoide. Para que luego digan que el cuerpo humano “es una máquina perfecta”.
- Meditar 15 minutos: si queremos estar en consonancia con los engranajes del universo tenemos que sentarnos a practicar una serie de ejercicios mentales y respiratorios. En teoría esto reduce la presión sanguínea y tiene beneficios para nuestro sistema biológico. Bien, pues suma otro cuarto de hora que deberías pasar sentado con las palmas de las manos hacia arriba y con la mente paseando por un templo birmano.
- Hablar con tus seres queridos: y no me digan que esto no es importante, porque si llegas a casa y no te comunicas con tu familia o dejas que pasen muchos días sin ver a tus amigos o a tu pareja, las consecuencias pueden ser catastróficas; tu familia creerá que sufres un trastorno psicodepresivo, tus amigos creerán que tu novia te ha cambiado, y tu novia creerá que estás teniendo una aventura con la polaca tetona que conociste junto al campo de golf en Playa de Las Américas. Por lo tanto, consideramos que debes pasar al menos 60 minutos al día cultivando tus relaciones interpersonales.
- Leer la Biblia diariamente: se supone que debemos leer algún pasaje bíblico todos los días para aprender algo acerca de Dios y los recovecos del alma humana. Forma parte del enriquecimiento espiritual de las personas y todo eso. Pon otros 15 minutos más.
- Informarse de lo que pasa en el mundo: esto también es importantísimo. Recientemente quedé en absoluto ridículo delante de mis compañeros de trabajo cuando dije: “joder, dónde estará el escondido el puñetero Bin Laden” y resulta que hacía 5 días que le habían esparcido los sesos como un jodido cuenco de lasagna . Por tanto, dedicar un tiempo de unos 15 minutos para informarnos de lo que acontece en el mundo que nos rodea también es esencial para no ir por la vida como si vinieses de un planeta de Stargate.
- Tiempo residual: es el tiempo que gastas en transportarte de un lugar a otro, es decir, el trayecto desde el trabajo hasta tu casa, el recorrido desde tu casa al gimnasio, de tu casa al supermercado, etc. O sea, tiempo que pierdes en no hacer nada, porque realmente no puedes hacer NADA, salvo caminar o conducir. Considerando que mi lugar de trabajo está a casi una hora de distancia por carretera y tengo que hacer ida y vuelta, el tiempo residual de mi día a día puede ser perfectamente de dos horas. Es un coste temporal que me da muchísima rabia, porque no estoy haciendo algo productivo ni tampoco algo ocioso, sino simplemente ir de un punto A a otro B. Es como estar en el puñetero limbo de los mundos espacio-temporales. Una putada, vamos.
Pues nada, si hacemos el recuento de todos estos costes temporales obtenemos que de esas supuestas 8 horas de ocio sobre las que reflexionó el carpintero neozelandés, en la práctica sólo tengo 3 (no voy a poner todos los cálculos aquí en plan John Nash). Y eso que todavía no tengo chiquillos que cuidar, ni una casa que mantener ni todas esas mierdas de ciudadano plenamente integrado. Cuando llegue ese día sí que me dará un verdadero derrame cerebral. “Hay tiempo para todo”. Joder, no me hablen de carpinteros neozelandeses porque los cogería a todos y les metería una bandada de kiwis furiosos por el agujero del culo. Y ahora no me refiero a la fruta, sino al pájaro ese estúpido.
"Hay tiempo para todo". Qué cosa tan falsa, por Dios.
Increibles palabras, un aplauso para ustedes.
ResponderEliminar