10 jun 2011

Justin Bieber es un genio

Hace unos cuantos días zappeando con Jedey por la nueva oferta de canales de la TDT, nos topamos por casualidad con un videoclip de Justin Bieber, concretamente el de “Baby”. Yo nunca había visto ni oído nada de este chaval, pero sabía que Justin era duramente criticado debido a su voz de marica y su cara de niñato relamido. Pero yo nunca me dejo llevar por la opinión de la plebe, y el videoclip de “Baby” me dejó suficientes razones para demostrar que, una vez más, la gente se equivoca y no sabe valorar el potencial de un verdadero genio incomprendido. Nada más acabar el videoclip, supe que debía escribir una entrada para hacer justicia al talento emergente de este joven músico y cerrar de una vez por todas las bocazas de sus detractores. Y para hacer que os rindáis ante la evidencia, me valdré del genial videoclip de “Baby”, el cual adjunto en este mismo texto y recomiendo ir viendo a la misma vez que se lee para que se vayan quedando con los detallazos.


Nada más comenzar el video, Justin nos enamora con la mirada mientras entona un “woooooh” de esos que te erizan los pelos del antebrazo. Un escalofrío zigzagueante recorre tu espina dorsal porque sabes que estás a punto de contemplar algo grandioso. Sabes que después de ver este videoclip, no podrás volver a ser el mismo.

A continuación nos introducimos junto a Justin en una bolera. ¿Y por qué grabar un videoclip musical en una bolera? Pues por dos sencillas razones:

1) La chavala que le gusta a Justin está jugando a los bolos.
2) Los adolescentes norteamericanos tienen la extraña manía de ponerse a bailar en las superficies más insospechadas. Sin ir más lejos recuerden High School Musical, donde los muchachos hacían volteretas encima de los coches de un desguace con unas caras de felicidad realmente impagables.

Pues bien, mediante un cruce de miradas desafiantes, Justin y su pandilla de malotes prepúberes (el chino-negro de la gorra plana mi favorito) retan a la pobre chavala a una partida de bolos. Y es que tengo que decir que Justin es de los míos: si quieres llevarte a una tía al huerto, nada mejor que darle una cuerada a los bolos. Aplástala usando todo tu repertorio de habilidades para demostrarle quién manda y recordarle cuál es el sexo débil.

Pero por desgracia, la tía no es precisamente manca y se hace un pleno cuando le toca tirar. Esto provoca un colapso nervioso en Justin, que empieza a subirse por las mesas de la bolera canturreando el estribillo de la canción, el cual encierra una complejidad endiablada como podemos observar:

Baby, baby, baby oooh
Like baby, baby, baby nooo
Like baby, baby, baby oooh
I thought you’d always be mine

Entonces Justin empieza a perseguir a la tía por todo el recinto. A pesar de que la chavala le da calabazas 43 veces, él sigue erre que erre, incluso se sube a la barandilla de unas escaleras mecánicas para intentar ganársela mediante una impresionante demostración de agilidad. Me siento un poco identificado con este hecho porque a mí cuando me presentan a una chica lo primero que hago es deslumbrarla lanzándome al suelo y poniéndome a hacer flexiones a una mano. Y es que Justin es de los míos, vuelvo a repetir.

Pero atentos al minuto 1:44 porque es el momento más “jonasbrothesco“ de todo el video: la cosa se pone fea y Justin manda a sus secuaces a mandarse un break-dance en el suelo de la bolera. A partir de aquí todo se desmadra y empiezan las volteretas y las cabriolas en un escenario de absoluta anarquía donde todo vale con tal de conquistar a la joven.

En el minuto 2:13 aparece el rapero Ludacris demostrando que está más acabado que el Frigopie al colaborar con un artistazo de la talla de Justin para intentar relanzar su carrera discográfica sumida en la mediocridad desde hace años. Seguro que después de este video Ludacris vuelve a ganar otro Grammy, y todo será gracias a la oportunidad que le ha brindado Justin Bieber. Mientras tanto, sigue la orgía coreográfica de adolescentes y el estribillo vuelve a sonar por trigésimo-novena vez. Observamos que esto va provocando en la chica un extraño estado de intoxicación musical, por lo que comienza a sonreír a Justin y va acercándose a él progresivamente.

Y ya en el minuto 3:04 del video llega la guinda: nuestro querido artista nos regala un deslizamiento “moonwalker” digno del mejor Michael Jackson. Vale, el moonwalker de Justin dura algo menos de un segundo, pero eso es porque no necesitaba hacerlo completo. Todo el mundo sabe que Justin baila igual o mejor que Michael Jackson, no es necesario ponerse a demostrar nada. Además, no conviene hacer el “moonwalker” en público porque después tus fans van a estar todo el rato pidiéndotelo y es una jodida pesadilla. Esto lo sé por experiencia propia.

Bueno, ya no hay mucho más destacable en este pedazo de videoclip, salvo Ludacris intentando ahorcar a Justin en el minuto 3:16 por pura envidia de no tener una carrera discográfica tan dilatada como la del chaval. Y sobra decir que al final Justin consigue a la chica y los dos se marchan a tomar una granizada de naranja, o al menos eso puedo suponer por sus caras de felicidad juvenil mientras bajan la escalera mecánica cogiditos de la mano.

En fin, espero que después de leer esto cambiéis la visión tan prejuiciosa y equivocada que tenéis de Justin Bieber, un verdadero ídolo de masas que conquistará el mundo a base de estribillos ingeniosos, “moonwalkers” de menos de un segundo de duración, piruetas en lugares imposibles y una personalidad arrolladora a la hora de camelarse a las féminas. Justin, simplemente eres DIOS. Quiero ser TÚ.



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