Las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina y, sinceramente, no me siento representado por ningún partido político. De hecho, actualmente no creo que nadie se sienta representado por esta pandilla de sinvergüenzas, que tanto alardean de preocuparse por los deseos de los ciudadanos, pero a la primera de cambio nos venden al mejor postor con tal de preservar sus sucios intereses. Hablo de esos miserables que en teoría deben gestionar el poder con rectitud y honestidad, pero que luego se alimentan del pueblo como si fuesen garrapatas adheridas al pelaje de un pobre e indefenso cocker spaniel.
Y yo he dicho: ya está bien. Así que se me ha ocurrido que podría presentar un proyecto de candidatura a las elecciones. Tengo formación, tengo espíritu, tengo contactos, y sobre todo, tengo una propuesta electoral sólida, con una serie de medidas sociales, políticas y económicas que a continación procederé a desarrollar, y que seguro no pasarán desapercibidas entre las filas de la oposición:
Urbanismo e Infraestructuras: A la mierda con la calle de los hippientos. Me refiero a esa zona situada en El Cuadrilátero de La Laguna, donde está ubicado el Haring, Blues Bar, etc. Si finalmente resulto elegido, mi primera inversión en infraestructuras irá destinada a borrar del mapa estos antros, en aras de construir tres nuevos locales: el Fever, un psicodélico pub expresamente dedicado al funky de los 70 y 80; el Hoodie, un recinto de atmósfera urbana donde los fanáticos del “hip-hop” noventero podrán disfrutar los temas de grupos míticos como Dogg Pound, Warren G, Dove Shack, etc; y por último, el Indieology, un elegante local destinado a los grupos contemporáneos de la subcultura indie como The New Raemon, Madee o Supersubmarina. Los tres locales estarán administrados por Larry, mi socio comercial.
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Fiscalidad e Impuestos: Mis detractores en el Parlamento siempre intentan echarme en cara que tengo prejuicios y animadversión por las personas de complexión obesa. He de decir que eso es rotundamente falso, y para demostrarlo propongo una medida de carácter fiscal que seguro llenará de satisfacción a los ciudadanos con más alto índice de grasa corporal: a partir de ahora podrán acreditarse como contribuyentes discapacitados. Lo cierto es que nunca he entendido cómo el Estado no tiene en cuenta que estas personas no pueden correr, saltar o realizar determinadas tareas físicas debido a su tonelaje, por lo que si consigo gobernar, pondré todo mi esfuerzo en que se les reconozca el grado de minusvalía igual o superior al 33%, y de esta manera puedan beneficiarse de las ventajas fiscales para las personas de movilidad reducida.
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Ecología y Bienestar social: Durante los últimos años, la emblemática Playa de Las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife ha sido víctima, desgraciadamente, de múltiples tejemanejes de corrupción urbanística hasta el punto de que el proyecto de remodelación de la playa se encuentra actualmente paralizado. Por no hablar de los elevados niveles de contaminación del agua, donde ya no es raro ir a darse un baño y ser atacado por un siluro de tres cabezas.
Afortunadamente, tengo la solución definitiva que dará luz verde a la continuación del proyecto, y además acabará colateralmente con el conocido problema social que representan los hippientos en nuestra comunidad: os presento el “Apartheid hippiento”, una aspiración similar a la que tuvieron los colonizadores holandeses en Sudáfrica durante el siglo pasado, y donde los hippientos serán recluidos y apartados en un complejo industrial situado justamente en Las Teresitas. De esta manera, los hippientos podrán disfrutar del hábitat natural que tanto propugnan (con el mar al lado aunque esté más contaminado que un abeto de Chernobyl), y los ciudadanos normales no tendrán que preocuparse porque estos mugrientos personajes les infecten con una plaga de liendres. Los hippientos podrán además (siempre dentro de los límites del complejo), instaurar la doctrina política que más les convenga, ya sea una república anarquista o cualquier otra gilipollez ridícula. Con un poco de suerte, en un par de años se habrán matado unos a otros hasta extinguirse.
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Economía y Empleo: Las medidas de creación de empleo suelen ser uno de los puntos primordiales de cualquier campaña electoral. En este periodo de recesión económica, los diferentes partidos políticos han propuesto centenares de medidas estructurales para reducir la escandalosa tasa de paro de nuestro archipiélago. Con nefastos resultados, por cierto. Pero yo traigo una proposición agresiva a la par que innovadora para combatir el desempleo: más vacaciones para todo el mundo. Sí, sí, más vacaciones. La idea del “work less, produce more” viene inspirada por un exitoso diseñador de páginas webs llamado Paul Boag. En esencia, está demostrado que trabajar demasiado es ineficiente. Podría adjuntar aquí un par de gráficas que lo demuestran, pero no me apetece.
Si a esta ineficiencia laboral le añadimos que el paro está alcanzando unos índices estratosféricos, llegamos a la conclusión de que no hay empleo para todo el mundo, al menos no para todos a la vez, así que lo mejor es repartirnos el trabajo como personas civilizadas. Por ejemplo, este mes trabajo yo y tú te rascas la huevada. El próximo trabajas tú y yo me rasco la huevada. Así sucesivamente durante todo el año, y por supuesto, las vacaciones están retribuidas por la empresa porque el mes que estamos trabajando lo hacemos al máximo nivel, ya que estamos perfectamente descansados y producimos el doble. Si es que no hace falta pelearse por un puesto de trabajo fijo, se trata de ser tolerante con el resto de los ciudadanos y dejar que ellos trabajen por ti de vez en cuando. Esto además disminuiría la insalubre competitividad del mercado laboral, el estrés, el mobbing, el bullying y toda esa terminología anglosajona relacionada con ser un avasallado infeliz. Como ven, la idea es tan buena que hasta cuesta creerla.
En resumen, este es mi flamante proyecto de candidatura a las elecciones autonómicas de 2011. Estoy convencido de que con vuestro voto podré lograr grandes cosas para el progreso de nuestras islas, y mejorar el bienestar de un pueblo oprimido y cansado de soportar las mentiras de una clase política acomodada y caciquista. Querido ciudadano; tengo algo que contarte…al final, nada.
Y yo he dicho: ya está bien. Así que se me ha ocurrido que podría presentar un proyecto de candidatura a las elecciones. Tengo formación, tengo espíritu, tengo contactos, y sobre todo, tengo una propuesta electoral sólida, con una serie de medidas sociales, políticas y económicas que a continación procederé a desarrollar, y que seguro no pasarán desapercibidas entre las filas de la oposición:
Urbanismo e Infraestructuras: A la mierda con la calle de los hippientos. Me refiero a esa zona situada en El Cuadrilátero de La Laguna, donde está ubicado el Haring, Blues Bar, etc. Si finalmente resulto elegido, mi primera inversión en infraestructuras irá destinada a borrar del mapa estos antros, en aras de construir tres nuevos locales: el Fever, un psicodélico pub expresamente dedicado al funky de los 70 y 80; el Hoodie, un recinto de atmósfera urbana donde los fanáticos del “hip-hop” noventero podrán disfrutar los temas de grupos míticos como Dogg Pound, Warren G, Dove Shack, etc; y por último, el Indieology, un elegante local destinado a los grupos contemporáneos de la subcultura indie como The New Raemon, Madee o Supersubmarina. Los tres locales estarán administrados por Larry, mi socio comercial.
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Fiscalidad e Impuestos: Mis detractores en el Parlamento siempre intentan echarme en cara que tengo prejuicios y animadversión por las personas de complexión obesa. He de decir que eso es rotundamente falso, y para demostrarlo propongo una medida de carácter fiscal que seguro llenará de satisfacción a los ciudadanos con más alto índice de grasa corporal: a partir de ahora podrán acreditarse como contribuyentes discapacitados. Lo cierto es que nunca he entendido cómo el Estado no tiene en cuenta que estas personas no pueden correr, saltar o realizar determinadas tareas físicas debido a su tonelaje, por lo que si consigo gobernar, pondré todo mi esfuerzo en que se les reconozca el grado de minusvalía igual o superior al 33%, y de esta manera puedan beneficiarse de las ventajas fiscales para las personas de movilidad reducida.
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Ecología y Bienestar social: Durante los últimos años, la emblemática Playa de Las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife ha sido víctima, desgraciadamente, de múltiples tejemanejes de corrupción urbanística hasta el punto de que el proyecto de remodelación de la playa se encuentra actualmente paralizado. Por no hablar de los elevados niveles de contaminación del agua, donde ya no es raro ir a darse un baño y ser atacado por un siluro de tres cabezas.
Afortunadamente, tengo la solución definitiva que dará luz verde a la continuación del proyecto, y además acabará colateralmente con el conocido problema social que representan los hippientos en nuestra comunidad: os presento el “Apartheid hippiento”, una aspiración similar a la que tuvieron los colonizadores holandeses en Sudáfrica durante el siglo pasado, y donde los hippientos serán recluidos y apartados en un complejo industrial situado justamente en Las Teresitas. De esta manera, los hippientos podrán disfrutar del hábitat natural que tanto propugnan (con el mar al lado aunque esté más contaminado que un abeto de Chernobyl), y los ciudadanos normales no tendrán que preocuparse porque estos mugrientos personajes les infecten con una plaga de liendres. Los hippientos podrán además (siempre dentro de los límites del complejo), instaurar la doctrina política que más les convenga, ya sea una república anarquista o cualquier otra gilipollez ridícula. Con un poco de suerte, en un par de años se habrán matado unos a otros hasta extinguirse.
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Economía y Empleo: Las medidas de creación de empleo suelen ser uno de los puntos primordiales de cualquier campaña electoral. En este periodo de recesión económica, los diferentes partidos políticos han propuesto centenares de medidas estructurales para reducir la escandalosa tasa de paro de nuestro archipiélago. Con nefastos resultados, por cierto. Pero yo traigo una proposición agresiva a la par que innovadora para combatir el desempleo: más vacaciones para todo el mundo. Sí, sí, más vacaciones. La idea del “work less, produce more” viene inspirada por un exitoso diseñador de páginas webs llamado Paul Boag. En esencia, está demostrado que trabajar demasiado es ineficiente. Podría adjuntar aquí un par de gráficas que lo demuestran, pero no me apetece.
Si a esta ineficiencia laboral le añadimos que el paro está alcanzando unos índices estratosféricos, llegamos a la conclusión de que no hay empleo para todo el mundo, al menos no para todos a la vez, así que lo mejor es repartirnos el trabajo como personas civilizadas. Por ejemplo, este mes trabajo yo y tú te rascas la huevada. El próximo trabajas tú y yo me rasco la huevada. Así sucesivamente durante todo el año, y por supuesto, las vacaciones están retribuidas por la empresa porque el mes que estamos trabajando lo hacemos al máximo nivel, ya que estamos perfectamente descansados y producimos el doble. Si es que no hace falta pelearse por un puesto de trabajo fijo, se trata de ser tolerante con el resto de los ciudadanos y dejar que ellos trabajen por ti de vez en cuando. Esto además disminuiría la insalubre competitividad del mercado laboral, el estrés, el mobbing, el bullying y toda esa terminología anglosajona relacionada con ser un avasallado infeliz. Como ven, la idea es tan buena que hasta cuesta creerla.
En resumen, este es mi flamante proyecto de candidatura a las elecciones autonómicas de 2011. Estoy convencido de que con vuestro voto podré lograr grandes cosas para el progreso de nuestras islas, y mejorar el bienestar de un pueblo oprimido y cansado de soportar las mentiras de una clase política acomodada y caciquista. Querido ciudadano; tengo algo que contarte…al final, nada.
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